martes, 4 de enero de 2011

Mi top 10 del 2010: Series


Perdón por el retraso y publicar varios días después del fin del pasado año. Puesto que un número considerable de series son ya mejores que la mayoría de largometrajes que llegan a nosotros, considero importante tenerles un rinconcito y son merecedoras de ser comentadas.

Treme
Los creadores de The Wire, especialmente su guionista principal David Simon, nos adentran activando el modo documental en la realidad postKatrina en New Orleans. Nunca una ficción fue tan maravillosamente antidramática (hablando de su estructura y forma) en esta serie llena de verosimilitud y donde cuesta diferenciar el término personaje/personas. Creo que es una serie única, sin precedentes, y dudo que tenga sucesoras. Ante todo, una joya.


Boardwalk Empire
Seguimos en la HBO, como lo era la anterior. Ahora de la mano de Terence Winter (creador de Los Soprano) y Martin Scorsese. Historia sobre la relación de poder, política y mafia en el Atlantic City de la Ley Seca. Serie de grandioso presupuesto que por lo contrario no ostenta de él. Un relato que lentamente, como un cáncer, corroe las entrañas, sin darte cuenta (incluso cuando descubres que ya se acaba la temporada) lo corroída que está la gente estadounidense a través de sus políticas, sus culturas, sus creencias, y por supuesto su historia y su devenir, y por lo tanto lo corroído que estás tú mismo. Fabulosa.


How to make it in America
Si menciono esta serie es porque disfruté enormemente de ella, aunque considero que no está a la altura del resto de la lista. Es de una calidad innegable, pero es interesantísimo este nuevo formato de dramático/cómic de 25 minutos, a lo Californication, Entourage o Weeds. Pero en How to make it in America, con ese toque tan cinematográfico, aún mayor que en Entourage, se separa de sus predecesoras para dar al público una bocanada de aire, televisión de altísima calidad (podríamos hablar de cine), con dramas menores sin recurrir al exceso para atrapar audiencia.


The Walking Dead
Sería injusto no mencionar este extraordinario divertimento de AMC (cadena de Mad Men), que poco a poco, copiando la formula de la HBO, pero bifurcando hacia lo populista, están construyendo series de mucho valor. El problema, y me gustaría que no sucediera con esta serie, es que no diseñan las series por su valor narrativo, sino por su éxito en el público. Espero que no tengamos muertos andantes hasta que se canse la gente, como podría pasar con la gran Mad Men, que temporada a temporada repiten fórmula hasta que ésta se agote, en vez de tener un diseño narrativo fuerte e invariable. Con todo ello, The Walking Dead es drama, adrenalina, acción y aventura. ¿Qué más se le puede pedir al fantástico/terror? Pues qué esté tan bien hecho como The Waling Dead.


Sherlock
De los creadores de Dr. Who llega, a mi entender, lo más grande de la temporada. 3 películas de hora y media en formato serie y sin resolver (final abierto para proseguir en la próxima temporada que ya se está rodando). Sherlock pone en nuestros días, actualizándolo, pero sin perder identidad en lo más mínimo, al detective privado más importante de la historia. Tanto él, como Watson, como todo el elenco es extraordinario. El ritmo frenético, sus diálogos vertiginosos (quizá demasiado para algunos lectores de subtítulos). Si cada episodio fuese exhibido en el cine sería un éxito. Me faltan adjetivos para remarcar el sumo placer que sentí viendo Sherlock.


Downton Abbey
Al igual que Sherlock, también de la BBC, esta serie que ya prepara su segunda temporada. Formato inglés de 6 episodios de casi una hora cada uno, donde recuperan la fórmula de la mítica Arriba y abajo. La vida de la aristocracia inglesa a través de los señores y los criados. Cuando la BBC hace historias de época no hay quien la iguale, no hay ni un solo pero en ninguna de las decisiones de esta serie. ¿Es buena? Indeed, es exquisita.


Luther
Para cerrar el trío de la BBC tenemos Luther. Policíaca, asesinos, personajes turbios. Siguiendo un poco la estala de Wallander, y con un toque muy leve a lo Dexter, Luther gira la tortilla a la fórmula de los seriales de asesinatos. No importa saber quien es, porque siempre lo sabemos de antemano en cada episodio, sino el proceso del crimen y como afecta éste a nuestro protagonista, el inspector John Luther. Es sobria, podría recordar a algo a Red Riding, y sus crímenes son sádicos y con perspectivas para un público adulto, no es una obra maestra, pero es mejor que cualquier thriller contemporáneo (a excepción de tres rarezas: Shutter Island, The ghost writer y Zodiac), por el resto... mejor Luther.


Regular Show
Serie de animación con guiones absurdos y rememorando los años ochenta y su cultura. Todo un canto a la iconografía del láser y las hombreras y a toda la generación X. Regular Show está destinada a ser obra de culto (auténtico culto y no culto creado por productos de masas como LOST). Es brillante y divertidísima.


Sym-bionic Titan
De Gendy Tartarkovsky, creador de la imprescindible Samurai Jack, da un vuelco de 180º con esta historia de princesas y guerreros de otras galaxias. Recordando a Mazinger Z, Star Wars y gran parte de la esencia de las aventuras del cine postclásicista, Sym-bionic Titan es una de las obras de ciencia ficción a tener en cuenta de la temporada. Su diseño de producción es de los más ricos, y es toda una superproducción en el universo de las series de animación por televisión. Muy grande.


HighSchool of the Death
Tetas, zombies, tetas, zombies... sangre, tetas, zombies, unas braguitas, tetas, tetas, grito, tetas, zombies, zombies, sangre, más sangre y muchas más tetas vistas por muchos más zombies.
Puesta en escena y animación de alto voltaje de la mano de Madhouse Studio, y tetas, sangre y zombies. ¡Genial!


Y esto es todo. Esperemos que el año que viene sea tan bueno como éste que se va, porque hay que reconocer que ha sido un año de mucho nivel.
Fernando Pomares