viernes, 24 de diciembre de 2010

Mi top 10 del 2010: Largometrajes

Como muchos hacen yo también. Aquí mi lista de aquellas películas que he visto durante el 2010. No lo penséis como un de mas a menos o una enumeración ordenada, son diez y diez son, y por formar parte en la lista implica en cada una de ellas un sentimiento de posterioridad en mi recuerdo. Disculparme por si creéis que falta alguna película puesto que algunas no he tenido la oportunidad de ver como Copia certificada de Kiarostami o Film Socialist de Godard o muchas mas que haría seguramente una lista de peliculas fantasticas.

Aventuras en el desván (Na pude aneb Kdo má dneska narozeniny?, 2009) de Jiri Barta, aunque sea del 2009 su llegada a nuestra cartelera ha sido a finales del 2010. Podéis leer mi opinión en el articulo anterior donde hablo de ella. La última muestra de la maestría de la clásica stop motion checa, en técnica, narrativa y discurso.


The Wild Hunt (2009) de Alexandre Franchi, también del año anterior pero llegada a nosotros, en circulos reducidos, en el 2010. Una propuesta moderna, joven, compleja y digna de estar entre las peliculas más relevantes del año.


El escritor (The Ghost Writer, 2010) de Roman Polanski. Es la prueba empírica que una película no necesita un buen guión para ser una joya. Ritmo, planificación, suspense, encierro... Roman Polanski.


El ilusionista (L'illusionniste, 2010) de Sylvain Chomet. Poesía del acting y de lo tiempos de los personajes. El tiempo real contrarrestado con el tiempo interno. Un juego de espejos de la realidad a la animación para hacer de lo animado un hecho real y lo real algo ficticio. Maravillosa.


La red social (The social Network, 2010) de David Fincher. Porque un gran guión y un gran director hacen una gran película. Tragedia de nuestros dias para una de las propuestas clasicistas mas redondas de la temporada.


Outrage (Autoreiji 2010) de Takeshi Kitano. Pocas películas son tan contundentes y herméticas y tienen un sentido de ser tan absoluto como esta. Kitano revive el espiritu de Jean Pierre-Melville y hace de lo que parece una anécdota simpática toda una crónica del cambio generacional yakuza.


13 assassins (Jusan-nin no shikaku, 2010) de Takashi Miike. Revisión de Los siete samuráis en clave oscura. Todo el torrente de cine "basura" que nos ha proporcionado Miike es en el fondo un constante aprendizaje para ahora alzarse como uno de los grandes talentos de la cinematografía mundial. Lo de la dirección de esta pelicula no tiene palabras, Miike es enorme.


Super (2010) de James Gunn. De la escuela Troma hasta la era internet. James Gunn es un cineasta personal que toca techo con Super. Todo lo que uno querría en Kick-Ass es Super. Transgresora, estimulante, cine independiente, cómica... una auténtica crítica al sistema americano con este superhéroe de pacotilla y su psicópata compañera.


Como entrenar a tu dragon (How to train your dragon, 2010) de Dean DeBlois y Chris Sanders. Los creadores de Lilo y Stitch nos regalan la mejor experiencia 3D en una sala de cine hasta la fecha, mejor que Avatar sin duda alguna. Pero no es solo eso, la mejor pelicula de aventuras en mucho tiempo llena de accion trepidante, como si la dirigiese Spielberg, y mucha ternura. Una propuesta valiente donde realmente se cambia el modelo clasico mediante pequeñas variaciones.


Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas (Lung Boonmee raluek chat, 2010) de Apichatpong Weerasethakul. No hay palabras.


Y para vosotros ¿cuales han sido vuestras favoritas?
Fernando Pomares

domingo, 19 de diciembre de 2010

Aventuras en el desván: El individuo, el grupo y las decisiones

Que no es quepa la menor duda si os digo que el mejor estreno navideño, y uno de los mejores del año, es la filtración milagrosa en nuestra aburrida cartelera nacional de Aventuras en el desván (Na pude aneb Kdo má dneska narozeniny?, 2009) del maestro de la animación checa Jiri Barta. Es la demostración que Los reyes magos deambulan por ahí y aún queda algo de mágico en estas fechas. Y aunque sea en versión doblada, el poder acceder a ella por parte del público (accidental o consciente) es un regalo de una magnitud que no debería pasar desapercibido.

La voz revolucionaria de la libertad

La obra de Barta es de una autoconsciencia digna de uno de los maestros de la animación contemporánea. El uso de la técnica stop motion en un grado de artesanía que recupera toda una tradición lleva al espectador a un tiempo ambiguo que creía que solo podría recuperar en los dvd de historia de clásicos de la animación. Cada gesto, cada elemento, cada detalle en el que define a los personajes, evocan en el film un sentido del medio, una reflexión llevada a la práctica y donde ningún concesión alejará a su autor del proceso de transmitir. Por ello hay una constante en la poética de Aventuras en el desván, esa reinvención de lo cotidiano desde una mirada nostálgica, esa utilización de todo aquello que quizá hizo de Barta un niño - y por lo tanto un hombre - y que ahora aparece en este universo de desván en formato cuento de aventuras.
Pero no solo en la poética (en esta precisa poética) hallamos las virtudes del film. En Barta, como su tradición exige, la animación es un medio político. Dentro de las películas que he visto no llego a recordar una obra tan enfocada a la profundización de la materia política destinada a un público infantil. Está claro que hay cine-doctrina, y que en Dumbo (1941) encontramos resquicios de brocha gorda sobre una mentalidad política, o incluso en El gigante de hierro (The Iron Giant, 1999) hay una clara crítica al sistema americano de la guerra fría. Pero todo ello no deja de ser, en algunos casos manipulador, y en otros secundario. En Aventuras en el desván todos los elementos narran, dentro de un orden trascendental, posturas ante una situación social en un marco político, y enfocar con tanta madurez, y tanta inocencia (en su mirada), tales ideas para un público que no tiene ni una idea clara del concepto poder, es ante todo valiente, y en el caso y resultado de Barta, magistral.

Una muñeca como concepto de La Belleza

Observen la importancia en que Barta nos muestra los momentos donde los personajes toman decisiones, como el hecho de dar un paso es un hecho remarcable, como el celebrar un aniversario diario da un sentido de vida, o como, en su desenlace, la expresión "empezamos de cero" tiene una carga social. Porque aventuras en el desván es la humano ante la represión, el individuo ante las adversidades, el grupo ante la desaparición del grupo. Una dictadura y su sociedad.
Aventuras en el desván es una obra maestra.
Fernando Pomares

viernes, 17 de diciembre de 2010

Phenomena: Clase de historia en primera persona

Tras una ausencia considerable volvemos con cineNExt para hablar del presente cinematográfico. Pero con mucha alegría hay que subrayar que lo vivido ayer, jueves 16 de diciembre, - por lo tanto considerémoslo ya pasado - hizo viva la experiencia de aquello llamado ir al cine.

Carteles originales de Tiburón y Alien en la entrada del cine Urgell

Phenomena es la iniciativa que promueve el cineasta Nacho Cerdà, ayer fue su primera edición, donde se recuperan clásicos cinematográficas de los 70 y 80 del cine mainstream. Resumiendo, que proyectan el cine americano que ha hecho de nuestra infancia una pasión por el cine.
Pero no sólo el concepto de la propuesta es para deleitarse, la construcción de ésta está tan cuidada que uno entiende casi como obra creativa el haber organizado la sesión de ayer. Solo por ello mi enhorabuena a Nacho Cerdà por hacer un pedazo de historia con la historia del cine.
La elección de la sala: el cinema Urgell de Barcelona, un templo. El proceso de proyección con las cortinas abriéndose en formato estándar para los trailers y anuncios. Trailers y anuncios originales y en celuloide de los 70 y 80, hilarantes y nostálgicos. Una audiencia que llenó el aforo del grandioso cine Urgell. Y dos obras maestras en versión original, con dos copias en 35mm en perfecto estado donde previamente la pantalla se descubría abriéndose aún más la cortina para mostrar su inmensidad en formato panorámico para gozar, porque no tiene otra palabra, de Tiburón (Jaws, 1975) de Spielberg, y Alien (1979) de Scott.

La cinefilia y la nostalgia pudo con el aforo del Urgell

Lo de ayer fue una lección de historia. Lo que Tarantino y Rodriguez jugaban con morriña gamberra en su Grindhouse, es lo que Nacho Cerdà construyó al milímetro, como el mayor de los amantes, reviviendo aquello que los mayores nos contaban cuando éramos pequeños y nos decían: "yo esa la vi de estreno, cuando fui al cine, en sesión doble". Pues ayer señor Cerdà, yo fui al cine, y creo que nunca como esta vez. Lo sagrado necesita un templo y un ritual, y el cine se merece aún mucho más.

Por cierto, se confirmó ayer que para el mes de enero se proyectará Indiana Jones y el templo maldito. Para olvidarse de la fecha. Allí nos veremos.

Pagína web de Phenomena: Aquí
Fernando Pomares